Una práctica nada nueva, de los muchos métodos que existen para engañar a las compañías aseguradoras, aunque ahora la situación de la economía imperante en el mundo ha provocado que, por ejemplo en EEUU, se hayan multiplicado los casos de los propietarios que no pueden pagar las mensualidades del coche y lo quemen (el “accidente” más usado), según reportan las compañías aseguradoras. Otros métodos de autodestrucción: lanzarlos a canales de agua, dejarlos en medio del desierto por meses, ubicarlos al paso de un tornado o enterrarlos para reportarlos robados. Las compañías de seguros están analizando minuciosamente caso por caso para que no exista fraude.
El remedio a esto es tan viejo como el sentido común: si no puedes pagar por un coche nuevo, confórmate con un usado en buen estado (y posiblemente un mejor modelo) que quizás te de más satisfacciones y menos dolores de cabeza a la hora de pagar.
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